Herencia de la mitología greco-romana, las lamias son seres fantásticos que habitan los ríos y adquieren forma de mujeres de gran belleza, patas de pato o cola de pez. Suelen encontrarse junto a los cursos de agua peinándose sus largos cabellos con peines de oro. Caracterizada siempre como asusta niños y seductora terrible de hombres a los que podía llegar a matar, primer antecedente de la vampiresa moderna.

En la pequeña localidad de Oieregi, casi todos sus edificios lucen escudos en las que una lamia o sirena sujeta un peine y un espejo en cada mano. El origen, en estos amarris o escudos de Bertiz se debe a Mitxeo de Bertiz que en 1421 consiguió la neutralidad del reino de navarra ante los embajadores de los reyes de Francia, Inglaterra y el Duque de Borgoña. Carlos III el noble concedió el escudo en el que aparece las lamias junto con los dos lobos.